Talált 34 Eredmények: tristeza

  • Trátame ahora como mejor te parezca: retírame el aliento de vida, para que yo desaparezca de la tierra y quede reducido a polvo. Más me vale morir que vivir, porque he escuchado reproches injustos y estoy agobiado por la tristeza. Líbrame, Señor, de tanta opresión, déjame partir hacia la morada eterna y no apartes de mí tu rostro, Señor. Es preferible para mí la muerte, antes que ver tanta opresión en mi vida y seguir escuchando insultos". (Tobías 3, 6)

  • Aquel día, Sara se entristeció mucho, se puso a llorar y subió a la habitación de su padre, con la intención de ahorcarse. Pero luego pensó: "¿Y si esto da motivo a que insulten a mi padre y le digan: ‘Tú no tenías más que una hija querida, y ella se ha ahorcado por sus desgracias’? No quiero que por culpa mía mi anciano padre baje a la tumba lleno de tristeza. Mejor será que no me ahorque, sino que pida al Señor que me haga morir. Así no oiré más insultos en mi vida". (Tobías 3, 10)

  • Mis ojos se debilitan por la tristeza y todos mis miembros son como la sombra. (Job 17, 7)

  • Mi vida se consume de tristeza, mis años, entre gemidos; mis fuerzas decaen por la aflicción y mis huesos están extenuados. (Salmos 31, 11)

  • Los lazos de la muerte me envolvieron, me alcanzaron las redes del Abismo, caí en la angustia y la tristeza; (Salmos 116, 3)

  • Mi alma llora de tristeza: consuélame con tu palabra. (Salmos 119, 28)

  • Al oír tales noticias, el rey quedó consternado, presa de una violenta agitación, y cayó en cama enfermo de tristeza, porque las cosas no le habían salido como él deseaba. (I Macabeos 6, 8)

  • Un hijo necio es la tristeza de su padre y la amargura de aquella que lo engendró. (Proverbios 17, 25)

  • Más vale la tristeza que la risa, porque el rostro serio ayuda a pensar. (Eclesiastés 7, 3)

  • Aparta de tu corazón la tristeza y aleja de tu carne el dolor, porque la juventud y la aurora de la vida pasan fugazmente. (Eclesiastés 11, 10)

  • Yo decidí tomarla por compañera de mi vida, sabiendo que ella sería mi consejera para el bien y mi aliento en las preocupaciones y la tristeza. (Sabiduría 8, 9)

  • ya que una doble tristeza se apoderó de ellos y gimieron al recordar el pasado: (Sabiduría 11, 12)


“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina