Talált 35 Eredmények: profundo

  • Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. (Génesis 2, 21)

  • Al ponerse el sol, Abrám cayó en un profundo sueño, y lo invadió un gran temor, una densa oscuridad. (Génesis 15, 12)

  • Esaú sintió hacia su hermano un profundo rencor, por la bendición que le había dado su padre. Y pensó: "Pronto estaremos de duelo por mi padre. Entonces mataré a mi hermano Jacob". (Génesis 27, 41)

  • El abismo los cubrió, cayeron como una piedra en lo profundo del mar. (Exodo 15, 5)

  • David tomó la lanza y el jarro de agua que estaban a la cabecera de Saúl, y se fueron. Nadie vio ni se dio cuenta de nada, ni se despertó nadie, porque estaban todos dormidos: un profundo sueño, enviado por el Señor, había caído sobre ellos. (I Samuel 26, 12)

  • Pero el rey le dijo: "No temas. Dime qué has visto". La mujer respondió a Saúl: "Vi un dios que subía de lo profundo de la tierra". (I Samuel 28, 13)

  • En cualquier circunstancia bendice al Señor, tu Dios; pídele que dirija tus pasos y que todos tus caminos y todos tus proyectos lleguen a feliz término. Porque ningún pueblo posee la sabiduría, sino que es el Señor el que da todos los bienes: él humilla a quien quiere, hasta lo más profundo del Abismo. Hijo mío, acuérdate de estos preceptos, y que nunca se borren de tu corazón. (Tobías 4, 19)

  • Entre las pesadillas de las visiones nocturnas, cuando un profundo sopor invade a los hombres, (Job 4, 13)

  • En un sueño, en una visión nocturna, cuando un profundo sopor invade a los hombres y ellos están dormidos en su lecho, (Job 33, 15)

  • Pero yo, por tu inmensa bondad, llegaré hasta tu Casa, y me postraré ante tu santo Templo con profundo temor. (Salmos 5, 8)

  • Que caigan en lo más profundo de la tierra los que buscan mi perdición; (Salmos 63, 10)

  • Me hiciste pasar por muchas angustias, pero de nuevo me darás la vida; me harás subir de lo profundo de la tierra, (Salmos 71, 20)


“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina