Talált 95 Eredmények: piedad

  • Respóndeme cuando te invoco, Dios, mi defensor, tú, que en la angustia me diste un desahogo: ten piedad de mí y escucha mi oración. (Salmos 4, 2)

  • Ten piedad de mí, porque me faltan las fuerzas; sáname, porque mis huesos se estremecen. (Salmos 6, 3)

  • Ten piedad de mí, Señor, mira cómo me oprimen los que me odian, tú que me alzas de las puertas de la Muerte (Salmos 9, 14)

  • Mírame, Señor, y ten piedad de mí, porque estoy solo y afligido: (Salmos 25, 16)

  • Escucha, Señor, ten piedad de mí; ven a ayudarme, Señor". (Salmos 30, 11)

  • Ten piedad de mí, Señor, porque estoy angustiado: mis ojos, mi garganta y mis entrañas están extenuados de dolor. (Salmos 31, 10)

  • Yo dije: "Ten piedad de mí, Señor, sáname, porque pequé contra ti". (Salmos 41, 5)

  • Pero tú, Señor, ten piedad de mí; levántame y les daré su merecido. (Salmos 41, 11)

  • Júzgame, Señor, y defiende mi causa contra la gente sin piedad; líbrame del hombre falso y perverso. (Salmos 43, 1)

  • ¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! (Salmos 51, 3)

  • ¿Por qué te jactas de tu malicia, hombre prepotente y sin piedad? (Salmos 52, 3)

  • Ten piedad de mí, Señor, porque me asedian, todo el día me combaten y me oprimen: (Salmos 56, 2)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina