Talált 29 Eredmények: ministerio

  • Los que ejercían ese ministerio y sus hijos son los siguientes: De los descendientes de Quehat: Hemán el cantor, hijo de Joel, hijo de Samuel, (I Crónicas 6, 18)

  • También había cantores, jefes de familias levíticas, que vivían en las habitaciones del templo, exentos de todo otro servicio, porque se ocupaban día y noche de su ministerio. (I Crónicas 9, 33)

  • En cuanto a nosotros, nuestro Dios es el Señor y no lo hemos abandonado: los sacerdotes que sirven al Señor son los hijos de Aarón y los que ejercen el ministerio son los levitas. (II Crónicas 13, 10)

  • porque muy pronto un hombre irreprochable salió en su defensa, con las armas de su propio ministerio: la oración y el incienso expiatorio. Él afrontó la cólera divina y puso fin a la calamidad, demostrando así que era tu servidor. (Sabiduría 18, 21)

  • Ante él, ejercí el ministerio en la Morada santa, y así me he establecido en Sión; (Eclesiástico 24, 10)

  • No se encargaron ustedes mismos de ejercer mi sagrado ministerio, sino que pusieron a esa gente para que lo ejerciera en lugar de ustedes, en mi propio Santuario. (Ezequiel 44, 8)

  • En cambio, los sacerdotes levíticos, hijos de Sadoc, que ejercieron el ministerio en mi Santuario cuando Israel se descarriaba lejos de mí, se acercarán a mí para servirme y estarán en mi presencia para ofrecerme la grasa y la sangre -oráculo del Señor-. (Ezequiel 44, 15)

  • Esta parte será para los sacerdotes consagrados, los hijos de Sadoc, que ejercieron mi ministerio y no se descarriaron como los levitas, cuando se descarriaron los israelitas. (Ezequiel 48, 11)

  • Cuando comenzó su ministerio, Jesús tenía unos treinta años y se lo consideraba hijo de José. José era hijo de Elí; (Lucas 3, 23)

  • Él era uno de los nuestros y había recibido su parte en nuestro ministerio. (Hechos 1, 17)

  • para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía». (Hechos 1, 25)

  • Entonces los Doce convocaron a todos los discípulos y les dijeron: «No es justo que descuidemos el ministerio de la Palabra de Dios para ocuparnos de servir las mesas. (Hechos 6, 2)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina