Talált 155 Eredmények: joven
Cuando terminaron de comer y beber, decidieron ir a acostarse. Acompañaron al joven y lo hicieron entrar en la habitación. (Tobías 8, 1)
No es esta la primera vez que se manifiesta tu sabiduría: desde que eras joven, todo el pueblo conoce tu inteligencia y la bondad de tu corazón. (Judit 8, 29)
Bagoas salió de la presencia de Holofernes, fue adonde estaba Judit y le dijo: "No tenga reparo esta preciosa joven en presentarse ante mi señor, para ser honrada por él y beber alegremente con nosotros. Hoy serás tratada como una de las asirias que viven en el palacio de Nabucodonosor". (Judit 12, 13)
Y la joven que más agrade al rey reinará en lugar de Vasti". Al rey le agradó la propuesta, y así se hizo. (Ester 2, 4)
Mardoqueo había criado a Hadasá -es decir, a Ester- hija de un tío suyo, que había quedado huérfana de padre y madre. La joven era muy hermosa y atractiva, y a la muerte de sus padres, Mardoqueo la había adoptado como hija. (Ester 2, 7)
La joven le cayó en gracia y se ganó su favor. Por eso, él le entregó de inmediato las cremas de belleza, fijó su régimen de comida y le asignó las siete doncellas más distinguidas del palacio real. Luego la trasladó con sus doncellas al mejor departamento del harén. (Ester 2, 9)
Después de haber observado durante doce meses lo establecido en el estatuto de las mujeres, a cada joven le llegaba el turno de presentarse ante el rey Asuero. Porque el tratamiento de belleza comprendía dos etapas: seis meses para ungirse con aceite de mirra, y seis meses más para embellecerse con aromas y otros cosméticos usados por las mujeres. (Ester 2, 12)
Y cuando una joven se presentaba ante el rey, le daban todo lo que quería llevar consigo del harén al palacio real. (Ester 2, 13)
apenas siente el agua, produce nuevos brotes y echa ramas, como una planta joven. (Job 14, 9)
Pero ahora se ríe de mí hasta la gente más joven que yo, a cuyos padres yo no consideraba dignos de juntarlos con los perros de mis rebaños. (Job 30, 1)
Yo establecí un pacto con mis ojos para no fijar la mirada en ninguna joven. (Job 31, 1)
Entonces Elihú, hijo de Baraquel, el buzita, tomó la palabra y dijo: Yo soy muy joven todavía y todos ustedes son ancianos; por eso me sentí intimidado, temeroso de exponerles mi saber. (Job 32, 6)