Talált 271 Eredmények: herencia

  • Sí, ya es hora de que repartas este país entre las nueve tribus y media, para que lo posean como herencia. Porque la mitad de la tribu de Manasés, (Josué 13, 7)

  • lo mismo que los rubenitas y los gaditas, ya han recibido la herencia que les dio Moisés en el lado oriental del Jordán". En efecto, Moisés, el servidor del Señor, había asignado a esas tribus, (Josué 13, 8)

  • A la tribu de Leví, en cambio, Moisés no le asignó ninguna herencia: las ofrendas hechas al Señor, el Dios de Israel, son su herencia, como él mismo se lo había declarado. (Josué 13, 14)

  • La ribera del Jordán servía de límite a los rubenitas. Esta fue la herencia asignada a los clanes de los rubenitas: las ciudades y sus poblados. (Josué 13, 23)

  • Esta fue la herencia de los clanes de los gaditas: las ciudades y sus poblados. (Josué 13, 28)

  • Pero Moisés no asignó ninguna herencia a la tribu de Leví, porque el Señor, el Dios de Israel, es su herencia, como él mismo se lo había declarado. (Josué 13, 33)

  • Estos son los territorios que los israelitas recibieron como herencia en el país de Canaán, o sea, los territorios que les asignaron el sacerdote Eleazar, Josué hijo de Nun, y los jefes de familia de las tribus de Israel. (Josué 14, 1)

  • Porque a las otras dos tribus y media, Moisés ya les había asignado una herencia al otro lado del Jordán, pero a los levitas no les había dado ninguna herencia en medio de ellos. (Josué 14, 3)

  • Aquel día, Moisés hizo esta promesa, ratificándola con un juramento: ‘La tierra que pisaron tus pies será herencia tuya y de tus hijos para siempre, porque te has mantenido plenamente fiel al Señor, mi Dios’. (Josué 14, 9)

  • Entonces Josué bendijo a Caleb, hijo de Iefuné, y le dio Hebrón como herencia. (Josué 14, 13)

  • Por eso Hebrón ha sido hasta el día de hoy la herencia de Caleb, hijo de Iefuné, el quenizita, ya que él se había mantenido plenamente fiel al Señor, el Dios de Israel. (Josué 14, 14)

  • Esta fue la herencia de los clanes de la tribu de Judá. (Josué 15, 20)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina