Talált 13 Eredmények: enteramente

  • Y a Sara le dijo: "He dado mil monedas de plata a tu hermano. Esto eliminará toda sospecha contra ti en aquellos que están contigo, y tú quedarás enteramente rehabilitada". (Génesis 20, 16)

  • Así deberá prepararla también el sacerdote que sea consagrado por la unción entre los hijos de Aarón, para ser su sucesor: este es un decreto del Señor, válido para siempre. La oblación deberá arder enteramente, (Levítico 6, 15)

  • Lo sorprenderé cuando esté enteramente agotado y le infundiré terror. Toda la tropa que está con él huirá, y entonces mataré al rey solo. (II Samuel 17, 2)

  • Luego mandó al pueblo que habitaba en Jerusalén que entregara la parte correspondiente a los sacerdotes y levitas, a fin de que estos pudieran dedicarse enteramente a la Ley del Señor. (II Crónicas 31, 4)

  • Restableció a los sacerdotes en sus funciones y los animó a dedicarse enteramente al servicio de la Casa del Señor. (II Crónicas 35, 2)

  • A pesar de todo, trabajamos en la reconstrucción de la muralla, que fue enteramente restaurada hasta media altura. El pueblo, en efecto, se había tomado la obra muy a pecho. (Nehemías 3, 38)

  • Uno muere en la plenitud de su vigor, enteramente feliz y tranquilo, (Job 21, 23)

  • La palabra del Señor es pura, permanece para siempre; los juicios del Señor son la verdad, enteramente justos. (Salmos 19, 10)

  • Sus sacrificios se consumen enteramente, dos veces por día, en forma continua. (Eclesiástico 45, 14)

  • Por eso, Moab gime por sí mismo, todos están gimiendo. ¡Por las tortas de uva de Quir Jaréset, ellos suspiran, enteramente abatidos! (Isaías 16, 7)

  • Pero después se volvieron atrás y profanaron mi Nombre: cada uno hizo retornar a su esclavo y a su esclava, que habían dejado enteramente libres, y los redujeron de nuevo a la esclavitud. (Jeremías 34, 16)

  • Porque en mi santa montaña, en la santa montaña de Israel -oráculo del Señor-, allí me servirá todo el pueblo de Israel, congregado enteramente en el país. Allí los recibiré con agrado y aceptaré sus ofrendas, lo mejor de sus contribuciones y los dones que me consagren. (Ezequiel 20, 40)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina