Talált 21 Eredmények: centinela

  • y Absalón ha huido". El joven que estaba de centinela alzó los ojos, y vio avanzar un gran gentío por el camino que estaba detrás de él, sobre la ladera de la montaña. (II Samuel 13, 34)

  • David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela, que había subido a la azotea de la Puerta, encima de la muralla, alzó los ojos y vio a un hombre que corría solo. (II Samuel 18, 24)

  • El centinela lanzó un grito y avisó al rey. El rey dijo: "Si está solo, trae una buena noticia". Mientras el hombre se iba acercando, (II Samuel 18, 25)

  • el centinela divisó a otro que venía corriendo y gritó al portero: "¡Otro hombre viene corriendo solo!". El rey comentó: "Ese también trae una buena noticia". (II Samuel 18, 26)

  • Luego el centinela dijo: "Por la manera de correr, me parece que el primero es Ajimáas, hijo de Sadoc". Entonces el rey dijo: "Es una buena persona: seguro que viene con buenas noticias". (II Samuel 18, 27)

  • El centinela que estaba apostado en la torre de Izreel, al ver venir la tropa, dijo: "Veo una tropa". Jorám ordenó: "Toma un jinete y envíalo a preguntar si todo va bien". (II Reyes 9, 17)

  • El jinete partió al encuentro de Jehú y dijo: "Así habla el rey: ¿Va todo bien?". Jehú replicó: "¿Qué te importa a ti si todo va bien? Colócate ahí detrás". El centinela, mientras tanto, avisó: "El mensajero los alcanzó, pero no regresa". (II Reyes 9, 18)

  • El centinela volvió a avisar: "Los ha alcanzado, pero no regresa. Por el modo de conducir, parece Jehú, porque maneja como un loco". (II Reyes 9, 20)

  • Canto de peregrinación. De Salomón. Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles; si el Señor no custodia la ciudad, en vano vigila el centinela. (Salmos 127, 1)

  • Mi alma espera al Señor, más que el centinela la aurora. Como el centinela espera la aurora, (Salmos 130, 6)

  • Coloca, Señor, un guardián en mi boca y un centinela a la puerta de mis labios; (Salmos 141, 3)

  • Tu cuello es como una torre de marfil. Tus ojos, como las piscinas de Jesbón, junto a la puerta Mayor. Tu nariz es como la Torre del Líbano, centinela que mira hacia Damasco. (Cantar 7, 5)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina