Talált 61 Eredmények: Cargo

  • Abraham recogió la leña para el holocausto y la cargó sobre su hijo Isaac; él, por su parte, tomó en sus manos el fuego y el cuchillo, y siguieron caminando los dos juntos. (Génesis 22, 6)

  • Por eso dejó a cargo de José todo lo que poseía, y ya no se preocupó más de nada, fuera del alimento que comía. Como José era apuesto y de buena presencia, (Génesis 39, 6)

  • Dentro de tres días, el Faraón te indultará, te restituirá a tu cargo, y tú pondrás la copa en su mano, como acostumbrabas a hacerlo antes, cuando eras su copero. (Génesis 40, 13)

  • y restituyó en su cargo al copero mayor, de manera que este volvió a poner la copa en la mano del Faraón; (Génesis 40, 21)

  • Y todo sucedió como él lo había interpretado: yo fui restituido a mi cargo, mientras que el otro fue ahorcado". (Génesis 41, 13)

  • "Está bien, respondió, que sea como ustedes dicen, pero mi esclavo será únicamente aquel en cuyo poder se encuentre la copa. Los demás quedarán libres de todo cargo". (Génesis 44, 10)

  • Informen a mi padre del alto cargo que ocupo en Egipto y de todo lo que han visto. Y tráiganlo aquí lo antes posible". (Génesis 45, 13)

  • Por eso, no teman. Yo velaré por ustedes y por las personas que están a su cargo". Y los reconfortó, hablándoles afectuosamente. (Génesis 50, 21)

  • Tendrán a su cargo todo el mobiliario de la Carpa del Encuentro y realizarán tareas para los israelitas, encargándose del servicio de la Morada. (Números 3, 8)

  • Los gersonitas tenían a su cargo, en la Carpa del Encuentro, la Morada y la Carpa, su toldo y el tapiz que estaba a la entrada de la Carpa del Encuentro; (Números 3, 25)

  • Contando todos los varones de un mes en adelante, eran en total 8.300 hombres. Ellos tenían a su cargo el servicio del Santuario. (Números 3, 28)

  • Ellos tenían a su cargo el Arca, la mesa, el candelabro, los altares, los utensilios sagrados que se usaban en el culto, el cortinado que dividía el Santuario y todo el servicio relacionado con esos objetos. (Números 3, 31)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina