Talált 346 Eredmények: templo

  • para que purificaran el Templo y llevaran las piedras del abominable altar de los paganos a un lugar inmundo. (1 Macabeos 4, 43)

  • Depositaron las piedras de dicho altar en el cerro del Templo, en lugar conveniente, hasta que surgiera un profeta que diera respuesta sobre el caso. (1 Macabeos 4, 46)

  • Fabricaron nuevos utensilios sagrados e introdujeron en el Templo el candelabro, el altar de los perfumes y la mesa. (1 Macabeos 4, 49)

  • Quemaron incienso en el altar, encendieron las lámparas del candelabro, y éstas empezaron a brillar en el Templo. (1 Macabeos 4, 50)

  • Adornaron la fachada del Templo con coronas de oro y escudos, restauraron las entradas y las habitaciones y les pusieron puertas. (1 Macabeos 4, 57)

  • Fue muy grande la alegría del pueblo; y así echaron al olvido la profanación del Templo por los paganos. (1 Macabeos 4, 58)

  • Cuando los paganos que vivían alrededor supieron que el altar había sido reconstruido y el Templo restaurado como antes, se enojaron muchísimo (1 Macabeos 5, 1)

  • Había en ella un templo extraordinariamente rico, en el cual se guardaban armaduras de oro, corazas y armas, que allí había dejado el rey macedonio Alejandro, hijo de Filipo, el primer soberano de los griegos. (1 Macabeos 6, 2)

  • Supo que los judíos habían destruido el abominable ídolo erigido por él sobre el altar de Jerusalén y habían levantado nuevamente las murallas del Templo a la misma altura que las anteriores; además habían fortificado la ciudad de Betsur. (1 Macabeos 6, 7)

  • Los hombres de la fortaleza tenían bloqueados a los israelitas en torno al Templo y trataban siempre de hacerles daño; además constituían una fuerza favorable a los paganos. (1 Macabeos 6, 18)

  • Ahora mismo están acampados contra la fortaleza en Jerusalén, con el intento de apoderarse de ella, y han fortificado el Templo y la ciudad de Betsur. (1 Macabeos 6, 26)

  • Durante muchos días acampó ante el Templo y puso allí ballestas, máquinas, lanzafuegos, catapultas, escorpiones para lanzar flechas y honderos. (1 Macabeos 6, 51)


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