Talált 26 Eredmények: caída

  • Me acerqué, pues, a él y le quité la vida, puesto que yo sabía que no podría sobrevivir a su caída. Después le saqué la corona que llevaba en su cabeza y la pulsera que tenía en la muñeca, y te los traje a ti, mi señor.» (2 Samuel 1, 10)

  • Pero el combate se puso más duro, de modo que tuvieron que sostener al rey en pie en su carro de guerra frente a los arameos hasta la tarde; a la caída del sol, murió. (2 Crónicas 18, 34)

  • Espera en el Señor y sigue su camino, él te librará de los impíos, y te mantendrá hasta que heredes la tierra; presenciarás la caída de los malos. (Salmos 37, 34)

  • Con esto, Jonatán, a la caída del sol, mandó a su gente que durante toda la noche velasen con las armas en la mano, dispuestos a luchar, y puso centinelas alrededor del campamento. (1 Macabeos 12, 27)

  • Antes de la ruina hubo orgullo; la arrogancia precede a la caída. (Proverbios 16, 18)

  • Cuando los malos prosperan, abunda el pecado, pero los justos verán su caída. (Proverbios 29, 16)

  • La Sabiduría protegió al padre del mundo, a ese primer hombre que fue formado por Dios y que fue creado como único. Lo levantó de su caída (Sabiduría 10, 1)

  • Tus palabras te pueden traer gloria o descrédito; la lengua de un hombre prepara su caída. (Sirácides (Eclesiástico) 5, 13)

  • Cuídate, pues, y pon mucha atención, pues junto a ti está caminando tu caída. (Sirácides (Eclesiástico) 13, 13)

  • Más vale caerse al suelo por culpa de una piedra que por lo que uno ha dicho; la caída de los malvados no tardará en llegar. (Sirácides (Eclesiástico) 20, 18)

  • Con el estruendo de su caída temblará la tierra, y el eco se oirá hasta en el mar Rojo. (Jeremías 49, 21)

  • Con el estruendo de la caída de Babilonia se estremece la tierra, y el eco retumba en todos los pueblos. (Jeremías 50, 46)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina