Talált 55 Eredmények: Tocó

  • Este, viendo que no lo podía vencer, tocó a Jacob en la ingle, y se dislocó la cadera de Jacob mientras luchaba con él. (Génesis 32, 26)

  • Por esta razón los hijos de Israel no comen, hasta el día de hoy, el nervio del muslo, porque tocó a Jacob en la ingle, sobre el nervio del muslo. (Génesis 32, 33)

  • Tiempo después, siendo Moisés ya mayor, se preocupó por sus hermanos y entonces fue cuando comprobó sus penosos trabajos. Le tocó ver cómo un egipcio golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos. (Exodo 2, 11)

  • Tomó entonces Séfora un cuchillo de piedra y, cortando el prepucio de su hijo, tocó él los pies de Moisés. Luego dijo: «Tú eres para mí un esposo de sangre.» (Exodo 4, 25)

  • Todo descendiente de Aarón que sea leproso, o padezca derrame, no comerá de las cosas sagradas hasta que se purifique. Si tocó un cadáver o si ha tenido un derrame seminal; (Levítico 22, 4)

  • si tocó un reptil cualquiera o a un hombre que lo contamine, haciéndolo impuro, (Levítico 22, 5)

  • Luego un hombre puro tomará una ramita de hisopo, la sumergerá en el agua y rociará la tienda y a todos los objetos y personas que haya en ella; se hará lo mismo con el que tocó los huesos, al muerto o la tumba. (Números 19, 18)

  • Resulta que, si se casan con alguno de otra tribu de Israel, su parte se restará de la herencia de nuestras familias y se añadirá a la herencia de la tribu a la que van a pertenecer. Esta herencia se quitará de lo que nos tocó en suerte y, (Números 36, 3)

  • La porción que tocó por suerte a la tribu de Manasés (primogénito de José), fue atribuida a Maquir, primogénito de Manasés y padre de Galaad, pues era un valiente. (Josué 17, 1)

  • La segunda suerte tocó a los hijos de Simeón, según sus familias, y su herencia vino a caer en medio de los hijos de Judá, a saber: (Josué 19, 1)

  • La tercera suerte tocó a los hijos de Zabulón por sus familias: los límites de su posesión se extienden por el occidente hasta Sarid. (Josué 19, 10)

  • La sexta parte tocó a los hijos de Neftalí, divididos en sus familias. (Josué 19, 32)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina