Talált 28 Eredmények: Finjas

  • Eleazar, hijo de Aarón, se casó con una de las hijas de Futiel, con quien tuvo un hijo: Finjas. Estos son los jefes de las familias levitas, según sus familias. (Exodo 6, 25)

  • Al ver eso, Finjas, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, tomó una lanza, (Números 25, 7)

  • "Finjas, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, alejó mi cólera de los israelitas cuando se mostró lleno de celo por mí en medio de ellos. (Números 25, 11)

  • Moisés mandó al combate mil por cada tribu, y con ellos a Finjas, hijo del sacerdote Eleazar, que llevaba los objetos sagrados, y las trompetas para los toques. (Números 31, 6)

  • Los israelitas mandaron a Finjas, hijo de Eleazar, (Josué 22, 13)

  • El sacerdote Finjas y los jefes de las tribus se quedaron conformes con la respuesta de la gente de Rubén y de Gad y de la media tribu de Manasés. (Josué 22, 30)

  • Finjas les dijo: «Ahora comprobamos que Yavé está con nosotros, ya que ustedes no han cometido semejante traición, y ahora Israel no tiene que temer la venganza de Yavé.» (Josué 22, 31)

  • Regresó Finjas a Israel con los jefes principales informando de todo. (Josué 22, 32)

  • Eleazar, hijo de Aarón, también murió y lo sepultaron en la loma asignada a su hijo Finjas, en los cerros de Efraím. (Josué 24, 33)

  • y Finjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba entonces a su servicio. Preguntaron: «¿He de salir otra vez a combatir a los hijos de mi hermano Benjamín o no?» Yavé respondió: «Suban mañana, los entregaré en sus manos.» (Jueces 20, 28)

  • Todos los años, Elcaná subía desde su ciudad al santuario de Silo para adorar a Yavé y ofrecerle sacrificios. Allí estaban los sacerdotes de Yavé, Jofni y Finjas, que eran hijos de Helí. (1 Samuel 1, 3)

  • Te servirá de señal lo que va a pasar a tus dos hijos Jofni y Finjas: en el mismo día morirán los dos. (1 Samuel 2, 34)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina