Talált 36 Eredmények: Cortina

  • Cada cortina tendrá catorce metros de largo y dos de ancho. Todas serán de una misma medida. (Exodo 26, 2)

  • Harás una cortina para la entrada de la Morada. Será de lino fino color jacinto, y púrpura, de grana dos veces teñida, con labores de tapicería. (Exodo 26, 36)

  • Luego harás cinco columnas de madera de acacia, de las que cuelgue esta cortina. Serán cubiertas con láminas de oro y puestas sobre basas de bronce. (Exodo 26, 37)

  • Ante la entrada del atrio se pondrá una cortina de diez metros hecha de lino fino retorcido y bordado de color jacinto, púrpura y de grana dos veces teñida. Se sostendrá en cuatro columnas con otras tantas basas. (Exodo 27, 16)

  • Colocarás el altar delante de la cortina que abriga el Arca del Testimonio y ante el Lugar del Perdón que cubre el Testimonio, allí mismo donde yo te hablo. (Exodo 30, 6)

  • el altar del incienso con sus varas; el óleo de la unción, el incienso aromático, la cortina para la entrada de la Morada, (Exodo 35, 15)

  • los cortinajes del atrio con sus postes y sus basas; la cortina de la entrada del atrio; (Exodo 35, 17)

  • Cada cortina tenía catorce metros de largo y dos de ancho. Todas eran de una misma medida. (Exodo 36, 9)

  • Pusieron cordones de color morado en los bordes de la cortina que terminaba el primer conjunto, e hicieron lo mismo con los bordes de la cortina que terminaba el segundo conjunto. (Exodo 36, 11)

  • Hizo para la entrada de la Morada una cortina de lino fino color morado, púrpura y de grana dos veces teñida, con labores de tapicería. (Exodo 36, 37)

  • Pero a la entrada del atrio se puso una cortina de diez metros de lino fino retorcido color morado, púrpura y de grana dos veces teñida: una obra de bordador. Tenía diez metros de largo y dos y medio de altura, como las cortinas del atrio. (Exodo 38, 18)

  • el altar de oro, el óleo de la unción, el incienso aromático y la cortina para la entrada de la tienda; (Exodo 39, 38)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina