Salmos, 77
20. Tu camino cruzaba por el mar, por aguas profundas corrían tus senderos, y nadie supo dar cuenta de tus huellas.
20. Tu camino cruzaba por el mar, por aguas profundas corrían tus senderos, y nadie supo dar cuenta de tus huellas.
“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina