12. Ellos decían a sus madres: ¿Dónde hay pan?, mientras caían desfallecidos en las plazas de la ciudad y derramaban su alma en el regazo de sus madres.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina