Salmos, 71
18. Y ahora que llega la vejez y las canas, ¡oh Dios, no me abandones!, para que anuncie yo tu brazo a todas las edades venideras, ¡tu poderío
18. Y ahora que llega la vejez y las canas, ¡oh Dios, no me abandones!, para que anuncie yo tu brazo a todas las edades venideras, ¡tu poderío
“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina