Sabiduría, 6

Stihovi vezani uz Sabiduría, 6:

El sexto capítulo del Libro de la Sabiduría está dedicado a la alabanza de la sabiduría y la exhortación para que los gobernantes sean justos y sabios. El autor enfatiza la importancia de la sabiduría como guía para la vida y como un tesoro más valioso que cualquier riqueza material. Insta a los gobernantes a buscar sabiduría y a gobernar con justicia y misericordia por el bien de las personas que se les confían.

Proverbios 2:6-7: "Porque el Señor da sabiduría; de su boca viene conocimiento y comprensión. Se reserva la verdadera sabiduría a los justos; es un escudo para aquellos que caminan con integridad". Este versículo refuerza la importancia de la sabiduría como algo que proviene de Dios y está reservado para los justos y justos.

Proverbios 3:13-14: "Feliz es el hombre que encuentra sabiduría, y el hombre que obtiene comprensión, ya que el beneficio de la sabiduría es mejor que el beneficio de la plata, y sus ingresos son mejores que el oro más delgado". Este versículo destaca la superioridad de la sabiduría en relación con la riqueza material, comparándola con el oro más delgado.

Proverbios 8:14-16: "conmigo el consejo y el sentido común; soy inteligencia; mi es la fuerza. Los reyes reinan, y los gobernantes decretan lo que es justo. Los jueces de la tierra". Aquí, la sabiduría se personifica como una voz que trae consejos, sentido común e inteligencia. Es visto como la fuente de la autoridad de gobernantes y jueces.

Proverbios 9:10: "El miedo al Señor es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del santo es la comprensión". Este versículo enfatiza la relación entre sabiduría y reverencia para Dios, que se considera el principio y la fuente de la sabiduría.

Eclesiastés 2:26: "Por quien él [Dios] le agrada, da sabiduría, conocimiento y felicidad; pero a los pecadores da el trabajo de reunirse y acelerarse, para dar a quienes lo hacen. Esto también es vanidad y carrera Detrás del viento ". Este versículo destaca la idea de que la sabiduría es un regalo de Dios para quienes lo agradan, mientras que la riqueza material se ve como una vanidad sin sentido.