Isaías, 21
15. Pues de las espadas huyen, de la espada desnuda, del arco tendido, de la pesadumbre de la guerra.
15. Pues de las espadas huyen, de la espada desnuda, del arco tendido, de la pesadumbre de la guerra.
“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina