17. Ismael vivió ciento treinta y siete años. Al cabo de ellos murió, y fue a reunirse con los suyos.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina