pronađen 18 Rezultati za: huellas

  • Los jefes de Isacar están con Débora, Isacar está con Barac, lanzado tras sus huellas en la llanura. En los clanes de Rubén se multiplican las consultas. (Jueces 5, 15)

  • Siguió las huellas de Asá, su padre, y no se desvió nunca de ellas, portándose correctamente a los ojos de Yavé. (1 Reyes 22, 43)

  • El hizo en todo lo que es recto a los ojos de Yavé, y siguió las huellas de David, su padre, sin desviarse para ningún lado. (2 Reyes 22, 2)

  • que colocas cadenas en mis pies o que vigilas todos mis pasos observando las huellas de mis pies? (Job 13, 27)

  • Mis pies han pisado sus huellas, he seguido su camino sin desviarme; (Job 23, 11)

  • Tu camino cruzaba por el mar, por aguas profundas corrían tus senderos, y nadie supo dar cuenta de tus huellas. (Salmos 77, 20)

  • ¡Cuántos insultos de tus enemigos, Señor, cómo insultan las huellas de tu ungido! (Salmos 89, 52)

  • ¡Oh la más bella de las mujeres!, si no estás consciente de quién eres, sigue las huellas de las ovejas, y lleva tus cabritas a pastar junto a las tiendas de los pastores. El: (Cantar 1, 8)

  • Lánzate tras sus huellas, búscala y se dará a conocer; cuando la tengas, no dejes que se vaya. (Sirácides (Eclesiástico) 6, 27)

  • Dice lo que ha sido y lo que será, descubre las huellas de las cosas pasadas. (Sirácides (Eclesiástico) 42, 19)

  • En ella hallé mi alegría: venía como flor de un racimo que madura. Avancé en mi camino sin desviarme, y seguí sus huellas desde mi juventud. (Sirácides (Eclesiástico) 51, 15)

  • Todavía te atreves a decir: «No estoy manchada, no he ido tras los Baales.» Mira en el valle las huellas de tus pasos, y reconoce lo que has hecho, camella fácil, que va coqueteando por los caminos; (Jeremías 2, 23)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina