pronađen 67 Rezultati za: acuérdate

  • Acuérdate de que fuiste esclavo en Egipto. Por eso te mando hacer esto. (Deuteronomio 24, 22)

  • Acuérdate de lo que hizo Amalec con ustedes cuando estaban en camino, al salir de Egipto. (Deuteronomio 25, 17)

  • Acuérdate de los días pasados, recuerda las generaciones anteriores. Interroga a tu padre, que te cuente, a tus ancianos, que te expliquen. (Deuteronomio 32, 7)

  • He sabido que estás esquilando. Acuérdate que en todo el tiempo que tus pastores estuvieron con nosotros no les hemos perjudicado en nada. Más aún, no les ha desaparecido nada durante todo el tiempo que estuvieron en Carmelo. (1 Samuel 25, 7)

  • Acuérdate que no has obedecido la voz de Yavé cuando te ordenó que fueras el instrumento de su venganza contra los amalecitas. Por eso Yavé te trata hoy de esta manera. (1 Samuel 28, 18)

  • ¿Acaso los dioses de las naciones libraron a alguna de las que fueron exterminadas por mis padres? ¡Acuérdate de Gozan, Jarán, Resef, de los arameos que estaban en Telbasar! (2 Reyes 19, 12)

  • Yavé, Dios mío, no rechaces el rostro de tu Ungido; acuérdate de tus favores a David tu siervo.» (2 Crónicas 6, 42)

  • Pero acuérdate también de lo que dijiste a Moisés: «Si ustedes no me son fieles, los dispersaré por las naciones. (Nehemías 1, 8)

  • ¡Acuérdate, Dios mío, para mi bien, de todo lo que hice por este pueblo! (Nehemías 5, 19)

  • Acuérdate, Dios mío, de Tobías, por lo que ha hecho; y también de la profetisa Nadías, y de los demás profetas que trataron de asustarme. (Nehemías 6, 14)

  • Dios mío, acuérdate de lo que he hecho. No olvides las obras de piedad que hice por tu Casa y para mantener tus ceremonias. (Nehemías 13, 14)

  • Ordené también a los levitas purificarse y venir a guardar las puertas, para santificar el sábado. También por esto, acuérdate de mí, Dios mío, y ¡ten piedad de mí según tu gran misericordia! (Nehemías 13, 22)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina