6. El Señor prosiguió: "Mete tu mano en el pecho". Él la metió y, cuando la sacó, estaba cubierta de lepra, color de nieve.





“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina