II Samuel, 4
10. Al que me anunció que había muerto Saúl, creyendo ser portador de una buena noticia, lo tomé y lo ajusticié en Siquelag, pagándole así esa buena noticia.
10. Al que me anunció que había muerto Saúl, creyendo ser portador de una buena noticia, lo tomé y lo ajusticié en Siquelag, pagándole así esa buena noticia.
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina