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  • El Señor dijo a Gedeón: "Todavía es demasiada gente. Que bajen al agua, y yo los probaré. El que yo te diga: Éste irá contigo, ése irá; y todo el que yo te diga: Que éste no vaya contigo, ése no irá". (Jueces 7, 4)

  • Los madianitas, los amalecitas y la gente de oriente estaban desplegados en el valle, tan numerosos como langostas; sus camellos eran innumerables, como la arena que hay a orillas del mar. (Jueces 7, 12)

  • Entonces dijo a la gente de Sucot: "Dad, por favor, tortas de pan a la gente que me sigue, porque están extenuados, y yo quiero continuar persiguiendo a Zébaj y a Salmuná, reyes madianitas". (Jueces 8, 5)

  • Gedeón se presentó a la gente de Sucot, y dijo: "Aquí están Zébaj y Salmuná, por los que os burlasteis de mí diciendo: ¿Acaso tienes ya en tus manos a Zébaj y a Salmuná para que debamos suministrar pan a tu ejército?". (Jueces 8, 15)

  • Por tanto, sal esta noche con tu gente y ponte en emboscada en el campo. (Jueces 9, 32)

  • Mañana por la mañana, a la salida del sol, levántate y cae sobre la ciudad. Cuando Gaal, con su gente, salga contra ti, haz con ellos lo que mandan las circunstancias". (Jueces 9, 33)

  • Abimelec salió de noche con toda su gente, y se pusieron en emboscada frente a Siquén en cuatro bandos. (Jueces 9, 34)

  • Gaal, hijo de Obed, salió y se detuvo a la puerta de la ciudad. Abimelec y su gente salieron de la emboscada. (Jueces 9, 35)

  • Gaal los vio y dijo a Zebul: "Mira la gente que baja de la cumbre de los montes". Zebul le respondió: "Son las sombras de los montes que te parecen hombres". (Jueces 9, 36)

  • Zebul le dijo: "¿Dónde está ahora tu boca, que decía: Quién es Abimelec para que le sirvamos? ¿No es ésta la gente a la que tú despreciabas? Sal ahora y preséntales batalla". (Jueces 9, 38)

  • tomó a su gente, la dividió en tres bandos y se puso en emboscada en el campo. Cuando los vio salir de la ciudad, se lanzó contra ellos y los derrotó. (Jueces 9, 43)

  • Abimelec y su gente se desplegaron y tomaron posiciones en la puerta de la ciudad. Los otros dos cuerpos se desplegaron contra los que estaban en el campo y los mataron. (Jueces 9, 44)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina