Trouvé 50 Résultats pour: dolor

  • ¿Por qué gritas por tu herida? Incurable es tu dolor. Por tu enorme iniquidad, por tus delitos incontables te he hecho esto. (Jeremías 30, 15)

  • Entonces las jóvenes se alegrarán bailando, jóvenes y viejos vivirán felices; cambiaré su luto en alegría; los consolaré, los alegraré después de su dolor. (Jeremías 31, 13)

  • De repente ha caído Babilonia y se ha hecho pedazos. ¡Ululad sobre ella! Tomad bálsamo para su dolor, tal vez se cure. (Jeremías 51, 8)

  • Vosotros todos, los que pasáis por el camino mirad y ved si hay dolor como el dolor que me atormenta, con el que el Señor me ha herido el día del fuego de su cólera. (Lamentaciones 1, 12)

  • Pero el Señor es muy justo, porque yo me rebelé contra sus leyes. ¡Oh, escuchad, pueblos todos, y mirad mi dolor; mis doncellas y mis jóvenes han marchado al destierro! (Lamentaciones 1, 18)

  • Vio ella desencadenarse contra vosotros la cólera de Dios, y dijo: Escuchad, vecinas de Sión: Dios me ha enviado un gran dolor. (Baruc 4, 9)

  • En su dolor entonarán por ti una elegía, lanzarán estos lamentos: ¿Quién era como Tiro, que ahora está muda en medio del mar? (Ezequiel 27, 32)

  • Y ahora, ¿por qué das esos gritos? ¿Es que no tienes rey? ¿Ha muerto tu consejero, para que el dolor te agobie como a mujer en parto? (Miqueas 4, 9)

  • Retuércete de dolor y gime, hija de Sión, como mujer en parto, porque ahora saldrás de la ciudad; irás a vivir en el campo, llegarás hasta Babilonia y allí serás salvada de la mano de tus enemigos. (Miqueas 4, 10)

  • Gime de dolor, ciprés, porque ha caído el cedro, porque los poderosos han sido derribados. Gemid, encinas de Basán, pues fue talada la selva impenetrable. (Zacarías 11, 2)

  • Tengo una tristeza inmensa y un profundo y continuo dolor. (Romanos 9, 2)

  • Y vosotros estáis orgullosos, en vez de manifestar intenso dolor, para que desaparezca de entre vosotros el que tal acto ha cometido. (I Corintios 5, 2)


“Que Nossa Mãe do Céu tenha piedade de nós e com um olhar maternal levante-nos, purifique-nos e eleve-nos a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina