Trouvé 18 Résultats pour: costa

  • Yo endureceré el corazón del Faraón, y os perseguirá; yo seré glorificado a costa del Faraón y de todo su ejército; los egipcios reconocerán que yo soy el Señor". Y así lo hicieron. (Exodo 14, 4)

  • Yo endureceré el corazón de los egipcios y seguirán tras ellos por el mar; así seré glorificado a costa del Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de sus caballeros. (Exodo 14, 17)

  • Los egipcios conocerán que yo soy el Señor cuando yo sea glorificado a costa del Faraón, de sus carros y de sus caballeros". (Exodo 14, 18)

  • Cuando se enteraron de estas cosas los reyes de Cisjordania, de la montaña, de la Sefela y de toda la costa del mar Mediterráneo hasta el Líbano: hititas, amorreos, cananeos, fereceos, heveos y jebuseos, (Josué 9, 1)

  • Ben Abinadab, esposo de Tafat, hija de Salomón, en toda la costa de Dor; (I Reyes 4, 11)

  • El rey Salomón construyó, además, una flota en Esyón Guéber, junto a Elat, en la costa del mar Rojo, en el territorio de Edón. (I Reyes 9, 26)

  • En su tiempo Jiel, de Betel, reedificó a Jericó; pero a costa de su primogénito Abirán echó los cimientos, y de Segub, su hijo menor, asentó las puertas, como había dicho el Señor por medio de Josué, hijo de Nun. (I Reyes 16, 34)

  • Los hombres de Judá y Benjamín, con Josafat a la cabeza, regresaron llenos de gozo a Jerusalén, pues el Señor les había otorgado la alegría a costa de sus enemigos. (II Crónicas 20, 27)

  • Holofernes bajó con su ejército hacia la costa, dejando guarniciones en las ciudades fortificadas y reclutando cuidadosamente, como refuerzo, fuerzas subsidiarias. (Judit 3, 6)

  • No sea que se multipliquen mis errores, se acrecienten mis pecados, caiga en manos de mis adversarios y se regocije mi enemigo a costa mía. (Eclesiástico 23, 3)

  • Enmudeced, habitantes de la costa, mercaderes de Sidón, que con su carga surcaban el mar (Isaías 23, 2)

  • ¡Pasad a Tarsis; ululad, habitantes de la costa! (Isaías 23, 6)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina