Trouvé 476 Résultats pour: sacerdote

  • el sacerdote lo examinará, y si la tiña se ha extendido, no necesitará verificar si hay pelo amarillento: el enfermo es impuro. (Levítico 13, 36)

  • En cambio, si advierte que la tiña permanece estacionaria y que en la zona afectada ha crecido pelo negro, la tiña está curada. La persona es pura, y el sacerdote deberá declararla como tal. (Levítico 13, 37)

  • y el sacerdote ve que las manchas son de un blanco tenue, se trata de una eczema que ha brotado en la piel: esa persona es pura. (Levítico 13, 39)

  • El sacerdote lo examinará, y si la hinchazón de la zona afectada es de un color rojizo pálido y tiene el mismo aspecto que la lepra de la piel del cuerpo, (Levítico 13, 43)

  • se trata de un leproso. Esa persona es impura, y el sacerdote deberá declararla como tal: tiene lepra en la cabeza. (Levítico 13, 44)

  • si la mancha es amarillenta o rojiza, se trata de una mancha de lepra y por lo tanto deberá ser mostrada al sacerdote. (Levítico 13, 49)

  • Pero si el sacerdote comprueba que la mancha no se ha extendido, (Levítico 13, 53)

  • El sacerdote examinará la mancha después de haber sido lavada: si esta no ha cambiado de aspecto, aunque no se haya extendido, el objeto es impuro y deberás quemarlo: es una corrosión, sea en la parte interior o en la parte exterior. (Levítico 13, 55)

  • Pero si el sacerdote comprueba que la mancha, una vez lavada, ha disminuido, la arrancará de la ropa o del cuero, de la trama o de la urdimbre. (Levítico 13, 56)

  • Cuando haya que declarar puro a un leproso, se aplicará el siguiente ritual: La persona será presentada al sacerdote. (Levítico 14, 2)

  • El sacerdote que realiza la purificación ubicará a la persona que se purifica, junto con sus ofrendas, a la entrada de la Carpa del Encuentro, delante del Señor. (Levítico 14, 11)

  • Inmolará el cordero en el lugar sagrado donde se inmolan las víctimas del sacrificio por el pecado y del holocausto. Y esta víctima de reparación, como la del sacrificio por el pecado, será para el sacerdote: es una cosa santísima. (Levítico 14, 13)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina