Trouvé 33 Résultats pour: queden

  • ¿Acaso no van a ser nuestros su ganado, sus posesiones y todos sus animales? Pongámonos de acuerdo con ellos, y que se queden con nosotros". (Génesis 34, 23)

  • Moisés respondió al Faraón: "Dígnate indicarme el momento en que debo rogar por ti, por tus servidores y por tu pueblo para que las ranas se aparten de ti y de tus casas, y queden solamente en el Nilo". (Exodo 8, 5)

  • También ungirás la fuente y su base, para que queden consagradas. (Exodo 40, 11)

  • En el momento de recoger la cosecha, no segarás todo el campo hasta sus bordes, ni volverás a buscar las espigas que queden. (Levítico 19, 9)

  • Más aún, él hará cundir el pánico en medio de ellos, hasta que todos queden exterminados, incluso los sobrevivientes y los que intenten permanecer ocultos. (Deuteronomio 7, 20)

  • El más fino y delicado entre los hombres de tu pueblo mirará con odio a su hermano, a la esposa que dormía en sus brazos y a los hijos que todavía le queden, (Deuteronomio 28, 54)

  • Los sobrevivientes de la casa de Judá, los que todavía queden, echarán de nuevo raíces por debajo, y producirán frutos por arriba. (II Reyes 19, 30)

  • Que la población de cada lugar ayude a todos los que queden de ese pueblo, en cualquier parte donde residan, proporcionándoles plata, oro, bienes y ganado, como así también otras ofrendas voluntarias para la Casa del Dios que está en Jerusalén". (Esdras 1, 4)

  • y con tu mano, Señor, sálvame de los hombres: de los mortales que lo tienen todo en esta vida. Llénales el vientre con tus riquezas; que sus hijos también queden hartos y dejen el resto para los más pequeños. (Salmos 17, 14)

  • queden pasmados de vergüenza los que se ríen de mí. (Salmos 40, 16)

  • Cada palabra que pronuncian es un pecado en su boca; ¡queden atrapados en su orgullo, por las blasfemias y mentiras que profieren! (Salmos 59, 13)

  • ¡No se queden recostados entre los rebaños! Las alas de la Paloma están recubiertas de plata, y su plumaje, de oro resplandeciente". (Salmos 68, 14)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina