Trouvé 31 Résultats pour: piensa

  • Pero él se negó y respondió a la mujer: "Teniéndome a mí, mi patrón ya no piensa en los asuntos de su casa, porque me ha confiado todo lo que posee. (Génesis 39, 8)

  • Hoy mismo, cuando te hayas alejado de mí, encontrarás a dos hombres cerca de la tumba de Raquel, en territorio de Benjamín, en Selsáj. Ellos te dirán: ‘Han hallado las asnas que habías ido a buscar. Ahora tu padre ya no piensa más en ese asunto, y está inquieto por ustedes, diciendo: ¿Qué puedo hacer por mi hijo?’. (I Samuel 10, 2)

  • Ahora piensa bien lo que debes hacer, porque es cosa decidida la ruina de nuestro patrón y de toda su casa. En cuanto a él, ¡no es más que un miserable, al que ni siquiera se le puede hablar!". (I Samuel 25, 17)

  • Gad se presentó a David y le llevó la noticia, diciendo: "¿Qué prefieres: soportar tres años de hambre en tu país, o huir tres meses ante la persecución de tu enemigo, o que haya tres días de peste en tu territorio? Piensa y mira bien ahora lo que debo responder al que me envió". (II Samuel 24, 13)

  • El profeta se acercó al rey de Israel y le dijo: "Refuerza tu ejército y piensa bien lo que vas a hacer, porque el año que viene el rey de Arám volverá a subir contra ti". (I Reyes 20, 22)

  • Prueba a ponerle la mano encima: piensa en el combate y desistirás. (Job 40, 32)

  • el impío exclama en el colmo de su arrogancia: "No hay ningún Dios que me pida cuenta". Esto es lo único que piensa. (Salmos 10, 4)

  • Luego piensa: "Dios lo olvida; aparta su rostro y nunca ve nada". (Salmos 10, 11)

  • en su lecho, sólo piensa hacer el mal, se obstina en el camino del crimen y no reprueba al malvado. (Salmos 36, 5)

  • Yo soy pobre y miserable, pero el Señor piensa en mí; tú eres mi ayuda y mi libertador, ¡no tardes, Dios mío! (Salmos 40, 18)

  • El hombre piensa que todos sus caminos son puros, pero el Señor pesa los corazones. (Proverbios 16, 2)

  • porque él es en realidad como piensa dentro de sí: "Come y bebe", te dice, pero su corazón no está contigo. (Proverbios 23, 7)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina