Trouvé 84 Résultats pour: duelo

  • y murió en Quiriat Arbá -actualmente Hebrón- en la tierra de Canaán. Abraham estuvo de duelo por Sara y lloró su muerte. (Génesis 23, 2)

  • Esaú sintió hacia su hermano un profundo rencor, por la bendición que le había dado su padre. Y pensó: "Pronto estaremos de duelo por mi padre. Entonces mataré a mi hermano Jacob". (Génesis 27, 41)

  • Jacob desgarró sus vestiduras, se vistió de luto y estuvo mucho tiempo de duelo por su hijo. (Génesis 37, 34)

  • Mucho tiempo después, murió la esposa de Judá, la hija de Súa. Una vez concluido el duelo, Judá se dirigió hacia Timná en compañía de su amigo Jirá, el adulamita, porque allí esquilaban sus ovejas. (Génesis 38, 12)

  • Esto les llevó cuarenta días, porque ese es el tiempo que dura el embalsamamiento. Los egipcios estuvieron de duelo por él durante setenta días. (Génesis 50, 3)

  • Al llegar a Goren Haatad, que está al otro lado del Jordán, celebraron las exequias con gran solemnidad, y José estuvo de duelo por su padre durante siete días. (Génesis 50, 10)

  • Al oír esta severa advertencia, el pueblo estuvo de duelo y nadie se puso sus adornos. (Exodo 33, 4)

  • No comí nada de eso estando de duelo, no consumí nada en estado de impureza, ni lo ofrecí como alimento a un muerto. Obedecí la voz del Señor, mi Dios, y obré en todo según lo que tú me ordenaste. (Deuteronomio 26, 14)

  • Los israelitas lloraron a Moisés durante treinta días en las estepas de Moab. Así se cumplió el período de llanto y de duelo por la muerte de Moisés. (Deuteronomio 34, 8)

  • El Señor castigó a la gente de Bet Semes, porque habían mirado el Arca del Señor. Como él hirió a setenta hombres, el pueblo estuvo de duelo porque el Señor les había infligido un castigo tan grande. (I Samuel 6, 19)

  • Samuel no vio nunca más a Saúl hasta el día de su muerte. Pero estaba de duelo por él, porque el Señor se había arrepentido de haberlo hecho rey de Israel. (I Samuel 15, 35)

  • Y el filisteo añadió: "Hoy lanzo un desafío a las filas de Israel. Preséntenme un hombre y nos batiremos en duelo". (I Samuel 17, 10)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina