Trouvé 11 Résultats pour: tranquilos

  • Miren, tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las voy a traer para que ustedes hagan con ellas lo que quieran, pero dejen tranquilos a estos hombres que han confiado en mi hospitalidad.» (Génesis 19, 8)

  • El mayordomo les dijo: «Quédense tranquilos y no tengan miedo. El Dios de ustedes y el Dios de su padre les ha puesto ese tesoro en sus bolsas, pues yo recibí toda su plata.» Y en seguida les devolvió a Simeón. (Génesis 43, 23)

  • Los cinco hombres partieron y llegaron a Lais. Vieron que los habitantes de ese lugar vivían seguros según las costumbres de los sidonios, tranquilos y confiados; que no había allí quien dañara, que estaban lejos de los sidonios y no tenían relaciones con nadie. (Jueces 18, 7)

  • Yavé concedió a Israel un libertador que lo liberó de la opresión de Aram y los israelitas pudieron vivir tranquilos en sus casas, como antes. (2 Reyes 13, 5)

  • Fue entonces a ver al rey y le dijo: «En medio de la gran población de todas tus provincias vive un pueblo que no se junta con nadie. Sus leyes son totalmente distintas a las demás y no toman en cuenta tus decretos. Por ningún motivo te conviene dejarlos tranquilos. (Ester 3, 8)

  • Los salteadores viven tranquilos en sus casas, pueden provocar a Dios con toda seguridad, se lo han echado al bolsillo. (Job 12, 6)

  • Para Jerusalén pidan la paz: "¡Que vivan tranquilos los que te aman! (Salmos 122, 6)

  • Entonces mis pobres se alimentarán de mis campos y los que nada tienen dormirán tranquilos, mientras que a tus hijos los haré morir de hambre y mataré a los sobrevivientes.» (Isaías 14, 30)

  • Mi pueblo vivirá en habitaciones buenas, en barrios seguros, en lugares tranquilos. (Isaías 32, 18)

  • Ellos estaban tranquilos, porque se habían hecho una entrada secreta debajo de la mesa y por ahí penetraban siempre y venían a comerse las ofrendas. (Daniel 14, 12)

  • Ya no habrá peligro ni maldición para Jerusalén; sus habitantes vivirán tranquilos en adelante. (Zacarías 14, 11)


O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina