Trouvé 108 Résultats pour: ofrendas

  • Jetró, suegro de Moisés, ofreció un sacrificio y presentó a Dios ofrendas. Vinieron entonces Aarón y todos los jefes de Israel para compartir una comida con el suegro de Moisés en la presencia de Dios. (Exodo 18, 12)

  • «Pide a los israelitas que me ofrezcan una contribución. Tú recibirás todas sus ofrendas voluntarias. (Exodo 25, 2)

  • Harás también de oro las fuentes, los vasos, los jarros y las tazas para las ofrendas liquidas. (Exodo 25, 29)

  • Todos los hijos de Israel, hombres y mujeres, a quienes su generosidad había impulsado a llevar algo para cualquiera de los trabajos que Yavé, por medio de Moisés, les había encomendado, trajeron sus ofrendas voluntarias a Yavé. (Exodo 35, 29)

  • y les entregó todas las ofrendas que los hijos de Israel habían reservado para la ejecución de las obras del Santuario. Mientras tanto, los hijos de Israel seguían entregando a Moisés, cada mañana, ofrendas voluntarias. (Exodo 36, 3)

  • Entonces Moisés mandó correr la voz por todo el pueblo: «Ni hombre ni mujer reserve ya más ofrendas para el Santuario.» (Exodo 36, 6)

  • El pueblo, pues, dejó de traer ofrendas, pues había material de sobra para construir toda la obra. (Exodo 36, 7)

  • Presentarás al sacerdote dichas ofrendas que llevas a Yavé, para que las presente al altar. (Levítico 2, 8)

  • pues así como la alianza con tu Dios es alianza de sal, también estará la sal en tus ofrendas: todas serán saladas. (Levítico 2, 13)

  • Este es la ley de las ofrendas. Los hijos de Aarón las ofrecerán en presencia de Yavé frente al altar. (Levítico 6, 7)

  • De cada una de esas ofrendas se apartará la porción de Yavé, y será del sacerdote que derrama la sangre de las víctimas de comunión. (Levítico 7, 14)

  • Esto es lo que Yavé ordenó a Moisés en el monte, el día en que mandó a los hijos de Israel que presentaran sus ofrendas a Yavé en el desierto de Sinaí.» (Levítico 7, 38)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina