Trouvé 382 Résultats pour: nuestros

  • Pues también nosotros fuimos de esos que no piensan y viven sin disciplina: andábamos descarriados, esclavos de nuestros deseos, buscando siempre el placer. Vivíamos en la malicia y la envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros. (Carta a Tito 3, 3)

  • Y que los nuestros aprendan a moverse apenas se presente alguna necesidad, en vez de quedarse como unos inútiles. (Carta a Tito 3, 14)

  • Pues tuve mucho gozo y consuelo al tener noticias de tu caridad, ya que nuestros hermanos se sienten confortados por ti. (Carta a Filemon 1, 7)

  • En diversas ocasiones y bajo diferentes formas Dios habló a nuestros padres por medio de los profetas, (Carta a los Hebreos 1, 1)

  • Esto mismo es lo que recordamos en nuestros antepasados. (Carta a los Hebreos 11, 2)

  • Además, cuando nuestros padres según la carne nos corregían, los respetábamos. ¿No deberíamos someternos con mayor razón al Padre de los espíritus para tener vida? (Carta a los Hebreos 12, 9)

  • Nuestros padres nos corregían sin ver más allá de la vida presente, tan corta, mientras que El mira a lo que nos ayudará a alcanzar su propia santidad. (Carta a los Hebreos 12, 10)

  • Saluden a todos sus dirigentes y a todos los santos hermanos nuestros. Los de Italia los saludan. (Carta a los Hebreos 13, 24)

  • El cargó con nuestros pecados en el madero de la cruz, para que, muertos a nuestros pecados, empezáramos una vida santa. Y por su suplicio han sido sanados. (1º Carta de Pedro 2, 24)

  • Resístanle firmes en la fe, sabiendo que nuestros hermanos en este mundo se enfrentan con persecuciones semejantes. (1º Carta de Pedro 5, 9)

  • En efecto, no hemos sacado de fábulas o de teorías inventadas lo que les hemos enseñado sobre el poder y la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor. Con nuestros propios ojos hemos contemplado su majestad (2º Carta de Pedro 1, 16)

  • «¿En qué quedó la promesa de su venida? Desde que murieron nuestros padres en la fe todo sigue igual que al comienzo del mundo.» (2º Carta de Pedro 3, 4)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina