Jueces, 13
9. Yavé escuchó a Manoaj y el Angel de Yavé vino donde la mujer cuando estaba sentada en el campo; tampoco esta vez Manoaj, su marido, estaba con ella.
9. Yavé escuchó a Manoaj y el Angel de Yavé vino donde la mujer cuando estaba sentada en el campo; tampoco esta vez Manoaj, su marido, estaba con ella.
“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina