23. Y él les dijo: "Estad tranquilos, no temáis. Fue vuestro Dios y el Dios de vuestro padre el que puso un tesoro en vuestros sacos; yo recibí vuestro dinero". Y les sacó a Simeón.





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina