12. Fueron pasando los días, y la hija de Súa, la mujer de Judá, murió. Cuando terminó el duelo por ella, Judá subió con su amigo Jirá, el adulamita, al esquileo de su ganado a Timná.





“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina