2. Tenía 62 años cuando perdió la vista; y después de recuperarla, vivió feliz, practicando la limosna, bendiciendo siempre a Dios y proclamando sus grandezas.





“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina