25. Y como su corazón estaba alegre, dijeron: «Llamad a Sansón para que nos divierta.» Trajeron, pues, a Sansón de la cárcel, y él les estuvo divirtiendo; luego lo pusieron de pie entre las columnas.





“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina