2. Salió, pues, para Siria en son de paz y la gente de las ciudades le abría las puertas y salía a su encuentro, ya que tenían orden del rey Alejandro de salir a recibirle por ser suegro suyo.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina