20. Después dijo David a toda la asamblea: «¡Bendecid a Yahveh, vuestro Dios!» Y toda la asamblea bendijo a Yahveh, el Dios de sus padres, se inclinaron y se postraron ante Yahveh y ante el rey.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina