10. pero el día séptimo es día de descanso para Yahveh, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad.





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina