18. También dirás al pueblo: Purifíquense para mañana y comerán carne. Ya que ustedes han llorado delante del Señor, diciendo: ‘¡Si al menos tuviéramos carne para comer! ¡Qué bien estábamos en Egipto!’, el Señor les dará de comer carne.





“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina