Levítico, 1

Aiheeseen liittyvät säkeet Levítico, 1:

Levítico 1 presenta instrucciones detalladas sobre la oferta de sacrificios para el fuego al Señor, especialmente el sacrificio del Holocausto. Los sacrificios eran una forma de adoración y expiación por los pecados cometidos por la gente. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en Levítico 1:

Levítico 4:35 - "Eliminará toda la grasa, así como la grasa del animal sacrificado en la oferta de comunión, y quemará en el altar como un aroma agradable para el Señor. Por lo tanto, el sacerdote hará la expiación del hombre pecados, y será perdonado ". Este versículo destaca la importancia de eliminar la grasa del sacrificio, que debe quemarse como una oferta agradable para el Señor y una forma de expiación por los pecados cometidos.

Levítico 6:9 - "Dar órdenes a Aaron y sus hijos, diciendo: 'Esta es la Ley del Holocausto: el Holocausto debería permanecer en el altar toda la noche hasta la mañana, y el fuego del altar debe encenderse sobre él'". Este versículo presenta la ley del Holocausto, que debe mantenerse en la hoguera del altar toda la noche y el fuego debe encenderse en ella.

Levítico 17:11 - "Porque la vida de la carne está en la sangre, y te he dado que expiación por sí mismos en el altar; es la sangre la que hace expiación de por vida". Este versículo destaca la importancia de la sangre en los sacrificios, que era una forma de expiación por los pecados de la gente.

Levítico 22:19-20 - "Si ofrece un animal defectuoso, esto no será aceptado para usted. No será aceptado a su favor, porque es defectuoso". Este versículo presenta el requisito de que los animales ofrecidos en sacrificio deben ser perfectos, sin ningún defecto, y que los sacrificios con animales defectuosos no serían aceptados por el Señor.

Levítico 23:37 - "Estos son los días del resto del Señor, los días en que debes convocar reuniones sagradas y presentar una ofrenda quemada al Señor, ofrenda quemada, ofertas de cereales y bebidas, cada una en tu día designado". Este versículo destaca la importancia de la observancia de los días sagrados, cuando la gente debería ofrecer sacrificios al Señor como una forma de adoración.