68. En seguida Judas se desvió hacia Azoto, en territorio filisteo: allí derribó sus altares, incendió las estatuas de sus dioses, saqueó sus ciudades, y finalmente, regresó al país de Judea.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina