Löydetty 39 Tulokset: sábados

  • para los panes de la proposición, para la ofrenda cotidiana, para el holocausto perpetuo, para los sacrificios de los sábados, de los novilunios, de las solemnidades, para los sacrificios de reconciliación, para los sacrificios por el pecado de Israel, en una palabra, para todo el servicio del templo de nuestro Dios; (Nehemías 10, 34)

  • Desde que estaba viuda ayunaba todos los días, excepto los sábados y sus vísperas, los novilunios y sus vísperas, las fiestas y las conmemoraciones del pueblo de Israel. (Judit 8, 6)

  • se levantó del lugar en que estaba postrada, llamó a su doncella, bajó a las habitaciones donde residía en los sábados y en las fiestas, (Judit 10, 2)

  • Su templo quedó vacío como el desierto; sus fiestas se cambiaron en luto; sus sábados, en oprobio; su honor, en desprecio. (I Macabeos 1, 39)

  • Serán días de exención y de franquicia en todo mi reino, y para todos los judíos, todas las fiestas, los sábados, las lunas nuevas, los días señalados y los tres días que preceden y siguen a una fiesta. (I Macabeos 10, 34)

  • para traerme ofrendas vanas; me causa horror su incienso. Novilunios, sábados, asambleas..., ¡ya no soporto más sacrificios ni fiestas! (Isaías 1, 13)

  • Porque esto dice el Señor: A los eunucos que guardan mis sábados, hacen lo que me agrada y se mantienen en mi alianza, (Isaías 56, 4)

  • Ha destrozado su recinto semejante a un jardín, ha derruido el lugar de su reunión. El Señor ha hecho olvidar en Sión fiestas y sábados; ha desechado, en el ardor de su ira, a rey y sacerdotes. (Lamentaciones 2, 6)

  • Les di además mis sábados, como señal entre ellos y yo, para que quedase claro que soy yo, el Señor, quien los santifica. (Ezequiel 20, 12)

  • Pero el pueblo de Israel se rebeló contra mí en el desierto; no caminaron según mis preceptos, despreciaron mis leyes que dan la vida a quien las observa, y profanaron mis sábados, por lo cual decidí derramar sobre ellos mi furor en el desierto y exterminarlos. (Ezequiel 20, 13)

  • porque habían despreciado mis preceptos, no habían observado mis sábados y su corazón se había ido en pos de sus ídolos. (Ezequiel 20, 16)

  • Santificad mis sábados, como señal entre mí y vosotros, para que se sepa que yo, el Señor, soy vuestro Dios. (Ezequiel 20, 20)


“Peçamos a São José o dom da perseverança até o final”. São Padre Pio de Pietrelcina