Löydetty 526 Tulokset: palabras

  • Diles: Por mi vida, palabra del Señor, que os trataré según las mismas palabras que yo os he oído; (Números 14, 28)

  • Los ancianos de Moab y de Madián partieron llevando consigo el precio del agüero. Llegaron a Balaán y le comunicaron las palabras de Balac. (Números 22, 7)

  • oráculo del que oye las palabras de Dios, del que conoce la ciencia del altísimo, del que ve lo que el todopoderoso le hace ver, cae en éxtasis y se abren sus ojos. (Números 24, 16)

  • Éstas son las palabras que Moisés dirigió a todo Israel cuando todavía estaba al otro lado del Jordán, en el desierto, en la Arabá, que está frente a Suf, entre Parán, Tofel, Labán, Jaserot y Di Zahab. (Deuteronomio 1, 1)

  • "El Señor oyó vuestras palabras, montó en cólera e hizo este juramento: (Deuteronomio 1, 34)

  • Recuerda el día que estabas en presencia del Señor, tu Dios, en el Horeb, cuando el Señor me dijo: Reúne al pueblo en torno mío para que yo le haga oír mis palabras y sepan temerme todos los días de su vida sobre la tierra, y enseñen a hacer otro tanto a sus hijos. (Deuteronomio 4, 10)

  • Entonces el Señor os habló de en medio del fuego. Vosotros oíais el rumor de las palabras, pero no veíais figura alguna; solamente oíais una voz. (Deuteronomio 4, 12)

  • Desde el cielo te habló para enseñarte, y sobre la tierra te ha hecho ver su gran fuego y, de en medio del fuego, has oído sus palabras. (Deuteronomio 4, 36)

  • Yo estaba entonces entre el Señor y vosotros como mediador de las palabras del Señor, pues vosotros no habíais subido a la montaña por miedo al fuego. Él dijo: (Deuteronomio 5, 5)

  • Éstas son las palabras que el Señor dirigió a toda vuestra comunidad sobre la montaña, en medio de fuego, de nube y de tinieblas, con fuerte voz, sin añadir más. Las escribió sobre dos tablas de piedra, que me entregó. (Deuteronomio 5, 22)

  • El Señor escuchó vuestras palabras cuando me hablabais, y me dijo: He oído las palabras de este pueblo. Todo lo que te ha dicho está bien. (Deuteronomio 5, 28)

  • Graba sobre tu corazón las palabras que yo te dicto hoy. (Deuteronomio 6, 6)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina