Löydetty 147 Tulokset: nunca

  • Nunca en Israel había habido una pascua como ésta desde los días de Samuel, el vidente. Más aún, ningún rey de Israel había celebrado una pascua semejante a la celebrada por Josías en compañía de sacerdotes y levitas, presentes todo Judá e Israel, con los habitantes de Jerusalén. (II Crónicas 35, 18)

  • En el mes de nisán, el año veinte del rey Artajerjes, siendo yo encargado del vino, lo tomé y se lo serví al rey. Anteriormente nunca había estado triste ante él. (Nehemías 2, 1)

  • Llamó a su hijo Tobías y le dijo: "Cuando muera, dame una sepultura digna. Honra a tu madre y no la abandones nunca. Haz lo que le agrade y nunca la entristezcas con tu conducta. (Tobías 4, 3)

  • Tobit exclamó: "¡Dios te conserve sano y salvo, hermano! No te molestes si he querido conocer la verdad acerca de tu familia. Eres de nuestros hermanos, de buena y noble alcurnia. Conozco a Ananías y a Natán, los dos hijos del gran Semayas. Íbamos juntos a Jerusalén, juntos rezábamos allí, y nunca se han descarriado. Tus hermanos son buenos, tu familia es noble. ¡Bienvenido seas!". Y (Tobías 5, 14)

  • Si os convertís a él de todo corazón y toda el alma, practicando la verdad, él volverá a vosotros, y nunca más os esconderá su rostro. (Tobías 13, 6)

  • Su toro fecunda a la primera, su vaca pare y nunca aborta. (Job 21, 10)

  • No, Dios no hace nunca el mal, el todopoderoso no retuerce el derecho. (Job 34, 12)

  • Es como un árbol a orillas del arroyo, que da el fruto a su tiempo, cuyas hojas no se marchitan nunca; en todo lo que hace sale bien. (Salmos 1, 3)

  • dice en su corazón: "Yo no vacilo, seré siempre feliz, nunca en desgracia". (Salmos 10, 6)

  • tengo siempre al Señor en mi presencia, lo tengo a mi derecha y así nunca tropiezo. (Salmos 16, 8)

  • no he circulado nunca al margen de las leyes, mis pasos no vacilaron jamás por tus caminos. (Salmos 17, 5)

  • porque he seguido los caminos del Señor y no he sido nunca infiel a Dios; (Salmos 18, 22)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina