Löydetty 2315 Tulokset: ira

  • El Señor dijo a Abrán después que Lot se había separado de él: "Alza tus ojos y desde el lugar donde estás mira al norte y al sur, al este y al oeste. (Génesis 13, 14)

  • Para mí, nada; solamente lo que han comido mis mozos y la parte que corresponde a los hombres que han venido conmigo, Aner, Escol y Mambré; éstos recibirán su parte". (Génesis 14, 24)

  • El Señor le dijo: "Has de saber que tus descendientes vivirán como extranjeros en tierra extraña, en la que serán esclavos y estarán oprimidos durante cuatrocientos años; (Génesis 15, 13)

  • Tú te reunirás en paz con tus padres y serás sepultado en una feliz ancianidad. (Génesis 15, 15)

  • Saray dijo a Abrán: "Mira, el Señor me ha hecho estéril; llévate a mi esclava. Quizá yo pueda tener hijos por ella". Abrán escuchó a Saray. (Génesis 16, 2)

  • Abrán tuvo relaciones con Agar, la cual concibió; y cuando se vio encinta, miraba con desprecio a su señora. (Génesis 16, 4)

  • Saray dijo a Abrán: "Tú eres el responsable de la afrenta que me hace. Yo puse a mi esclava entre tus brazos, y ella, al verse embarazada, me mira con desprecio. ¡Que el Señor juzgue entre nosotros!". (Génesis 16, 5)

  • Abrán respondió a Saray: "Mira, tu esclava está en tus manos; haz con ella lo que mejor te parezca". Saray la maltrató, y ella se escapó. (Génesis 16, 6)

  • Será un potro salvaje; su mano será contra todos y la de todos contra él. Vivirá en contra de todos sus hermanos". (Génesis 16, 12)

  • A lo mejor faltan cinco para los cincuenta justos; ¿destruirás por esos cinco toda la ciudad?". Y él respondió: "No, no la destruiré si encuentro cuarenta y cinco justos". (Génesis 18, 28)

  • Mira, ahí cerca está esa ciudad donde me podría refugiar. Y es insignificante. Permíteme que me refugie en ella y salve mi vida". (Génesis 19, 20)

  • A Sara le dijo: "Mira, yo he dado mil monedas de plata a tu hermano; esto será para ti como una venda sobre los ojos de todos los que están contigo y ante cualquiera, y tú serás enteramente justificada". (Génesis 20, 16)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina