Löydetty 134 Tulokset: cambio

  • Si obraras bien, ¿no alzarías la cabeza?; en cambio, si obras mal, el pecado está a las puertas de tu casa y te acosa sin que puedas contenerlo". (Génesis 4, 7)

  • Contigo, en cambio, estableceré un pacto: Entrarás en el arca tú y tu mujer, tus hijos y sus mujeres. (Génesis 6, 18)

  • Jacob amaba a Raquel, y dijo: "Te serviré siete años a cambio de Raquel, tu hija menor". (Génesis 29, 18)

  • Y ella contestó: "¿Te parece poco haberme quitado a mi marido, que me quieres quitar también las mandrágoras de mi hijo?". Entonces Raquel dijo: "Pues bien, que Jacob duerma contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo". (Génesis 30, 15)

  • él, en cambio, me ha engañado y me ha mudado el salario diez veces, aunque Dios no le ha permitido hacerme mal. (Génesis 31, 7)

  • José iba reuniendo todo el dinero que había en Egipto y Canaán a cambio del grano que le compraban, y lo iba depositando en la casa del Faraón. (Génesis 47, 14)

  • José les respondió: "Dadme vuestros ganados, si se os ha acabado ya el dinero, y a cambio os daré trigo". (Génesis 47, 16)

  • Ellos trajeron a José sus ganados, y les dio alimentos a cambio de caballos, ovejas, bueyes y asnos... Así todo aquel año les proveyó de pan a cambio de ganados. (Génesis 47, 17)

  • ¿Por qué habremos de perecer ante tus ojos nosotros y nuestras tierras? Cómpranos a nosotros y a nuestras tierras a cambio de pan. Seremos esclavos del Faraón nosotros y nuestras tierras, pero danos simiente para que podamos vivir y no muramos y para que nuestras tierras no queden desoladas". (Génesis 47, 19)

  • Ciertamente vosotros os portasteis mal conmigo, pero Dios lo cambió en bien, para hacer lo que hoy estamos viendo, para mantener en vida a un gran pueblo. (Génesis 50, 20)

  • En cambio, el trigo y el centeno no, por ser tardíos. (Exodo 9, 32)

  • Y el Señor cambió el viento y le hizo soplar muy fuerte del oeste; barrió la langosta y la arrojó al mar Rojo. Ni una sola quedó en todo el territorio de Egipto. (Exodo 10, 19)


“Jesus e a sua alma devem cultivar a vinha de comum acordo.” São Padre Pio de Pietrelcina